miércoles, 25 de enero de 2017

Fragmento de la obra literaria:
El Lazarillo de Tormes



"Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fuime a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era verdad; que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una dellas fue ésta. Finalmente, el clérigo me recibió por suyo. Escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno, con ser la mesma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la lacería del mundo estaba encerrada en éste. No sé si de su cosecha era, o lo había anexado con el hábito de clerecía. Él tenía un arcaz viejo y cerrado con su llave, la cual traía atada con un agujeta del paletoque, y en viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego allí lanzado, y tornada a cerrar el arca. Y en toda la casa no había ninguna cosa de comer, como suele estar en otras: algún tocino colgado al humero, algún queso puesto en alguna tabla o en el armario, algún canastillo con algunos pedazos de pan que de la mesa sobran; que me parece a mí que aunque dello no me aprovechara, con la vista dello me consolara. Solamente había una horca de cebollas, y tras la llave en una cámara en lo alto de la casa. Destas tenía yo de ración una para cada cuatro días; y cuando le pedía la llave para ir por ella, si alguno estaba presente, echaba mano al falsopecto y con gran continencia la desataba y me la daba diciendo: “Toma, y vuélvela luego, y no hagáis sino golosinar”, como si debajo della estuvieran todas las conservas de Valencia, con no haber en la dicha cámara, como dije, maldita la otra cosa que las cebollas colgadas de un clavo, las cuales él tenía tan bien por cuenta, que si por malos de mis pecados me desmandara a más de mi tasa, me costara caro. Finalmente, yo me finaba de hambre. Pues, ya que conmigo tenía poca caridad, consigo usaba más. Cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar. Verdad es que partía comigo del caldo, que de la carne, ¡tan blanco el ojo!, sino un poco de pan, y ¡pluguiera a Dios que me demediara! Los sábados cómense en esta tierra cabezas de carnero, y envíabame por una que costaba tres maravedís. Aquella le cocía y comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos y la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos, y dábamelos en el plato, diciendo: “Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.” “¡Tal te la de Dios!”, decía yo paso entre mí. A cabo de tres semanas que estuve con él, vine a tanta flaqueza que no me podía tener en las piernas de pura hambre. Vime claramente ir a la sepultura, si Dios y mi saber no me remediaran. Para usar de mis mañas no tenía aparejo, por no 14 tener en que dalle salto; y aunque algo hubiera, no podía cegalle, como hacía al que Dios perdone, si de aquella calabazada feneció, que todavía, aunque astuto, con faltalle aquel preciado sentido no me sentía; mas estotro, ninguno hay que tan aguda vista tuviese como él tenía. Cuando al ofertorio estábamos, ninguna blanca en la concha caía que no era dél registrada: el un ojo tenía en la gente y el otro en mis manos. Bailábanle los ojos en el caxco como si fueran de azogue. Cuantas blancas ofrecían tenía por cuenta; y acabado el ofrecer, luego me quitaba la concheta y la ponía sobre el altar. No era yo señor de asirle una blanca todo el tiempo que con el viví o, por mejor decir, morí. De la taberna nunca le traje una blanca de vino, mas aquel poco que de la ofrenda había metido en su arcaz compasaba de tal forma que le turaba toda la semana, y por ocultar su gran mezquindad decíame: ..."
Fragmento de la obra literaria
 DON QUIJOTE DE LA MANCHA


En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. 
Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad. Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza. Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianis daba y recibía, porque se imaginaba que por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales; pero con todo alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma, y darle fin al pie de la letra como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. 

Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar (que era hombre docto graduado en Sigüenza), sobre cuál había sido mejor caballero, Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás, barbero del mismo pueblo, decía que ninguno llegaba al caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar, era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo; que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga. En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.


martes, 24 de enero de 2017

El Renacimiento y la literatura.



Renacimiento y literatura.

El renacimiento es el periodo comprendido entre la edad media y la edad moderna, aproximadamente en el siglo XVI. 



                                                                                                                                      William Shakespeare

El renacimiento se caracterizó por:

-El Antropocentrismo: es una doctrina que hace al ser humano la medida y centro de todas las cosas. Todo debe girar en torno a su naturaleza y bienestar.

-Hay un paso del geocentrismo al heliocentrismo, esta última teoría afirmada por Copérnico, donde se pasa de creer que la tierra era el centro de un pequeña parte del universo a afirmar que lo es el sol. Esto se da porque el renacimiento se basa en la ciencia (investigaciones, teorías, inventos, entre otros).

-Hay un avance en la razón, en la que esta es usada para comprender de una mejor forma al hombre.
-Se fortalece la burguesía.

-Aparecen las ciudades-estado, que se convierten en el eje central de todo.

-Se da el humanismo, que nace en Italia, es una corriente intelectual y literaria que busca el renacer de lo clásico (de Grecia y Roma), para esta corriente se usa el latín.

-Se realizan descubrimientos como : el telescopio, la brújula, y la imprenta la cual es usada para expandir las ideas humanistas y literarias de la época.

-Se da la Reforma Protestante, su máximo exponente fue Martin Lutero quien estaba en contra de las indulgencias (documente que exime el alma por el paso del purgatorio) .

El concilio de Trento fue la respuesta a la reforma, para mantener la iglesia unida.
Literatura del renacimiento.

Las nuevas formas literarias: El humanismo triunfante repercute en la literatura en algunas obras maestras desde la Edad Media, y son muchos los humanistas (Petrarca el primero) que escriben tanto en latín como en romance. Principalmente, surgen nuevas formas literarias en la literatura vernácula, como resultado del humanismo y del clima cultural que crea. Algunas de estas formas continúan algún género medieval, pero modificadas. Otras son adaptaciones de géneros ya usados en latín o derivados.

Literatura renacentista

La renovación general en el conocimiento que comenzó en Europa tras el descubrimiento del «mundo nuevo» en 1492 trajo consigo una nueva concepción de la ciencia y la investigación y formas distintas de hacer arte.

Surgió por entonces una forma literaria que luego desembocaría en la novela, que cobró renombre en los siglos posteriores. Una de las más conocidas de esta primera época es la Utopía de Tomás Moro.

Las obras dramáticas de entretenimiento (opuestas al propósito moralizante) volvieron al escenario. William Shakespeare es el dramaturgo más notable, pero hubo muchos más, como Christopher Marlowe, Molière, y Ben Jonson.

Temas

El poeta renacentista se preocupa por encontrar nuevas formas para expresar la belleza, y por renovar los temas de sus obras. El poeta desea crear un mundo de belleza mediante un estilo sencillo. Los temas más frecuente son:

* El amor. Se idealiza a la mujer de tal modo que llega a considerarse como un reflejo de la belleza divina. Este amor idealizado se conoce con el nombre de amor platónico.
* La naturaleza. Se concibe como un símbolo de la perfección divina. Se describe como un remanso de paz, sosiego y armonía donde se desarrolla la acción amorosa.
* La mitología. Se utilizan los mitos y leyendas de los dioses grecolatinos como fuente de inspiración poética; sirviendo a la vez para dar belleza a la obra.


Nuevas formas:
los sonetos:
Un soneto es una composición poética de origen italiano, que consta de catorce versos endecasílabos(es decir 11 silabas cada uno) o Alejandrinos (catorce sílabas), distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos.En el siglo XIV son muy importantes los sonetos amorosos de Dante Alighieri, dedicados a su amada Beatrice Portinari, y recogidos en su libro Vita Nuova. Pero el sonetista más influyente de la centuria es, sin duda, el poeta de Arezzo Francesco Petrarca, en cuyo Cancionero (Canzoniere) el soneto se revela como la estructura más adecuada para la expresión del sentimiento amoroso. A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.

Prosa:
Se presenta la prosa doctrinal(leyes del Estado), la prosa y e ensayo por parte de Michel Montaigne, que permitio expresar la opinion subjetiva sobre algo.
Carpe diem es una locucion latina que literalmente significa "aprovecha el día", lo que quiere decir es «aprovecha el momento, no lo malgastes». Fue acuñada por el poeta romano Horacio

Carpe diem quam minimum credula postero     Aprovecha el día, no confíes en mañana
Se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O igual "vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia"

Es un tópico literario, un tema recurrente en la literaratura universal como una exhortación a no dejar pasar el tiempo que se nos ha brindado; o bien, para disfrutar los placeres de la vida dejando a un lado el futuro, que es incierto. Cobra especial importancia en el renacimiento, en el barroco y en el romancismo.

Este tópico respecto a las diferentes épocas literarias ha ido variando en la forma de entenderlo. Durante el periodo de la Edad Media era entendido como: "vive el momento porque vas a morir pronto". Posteriormente durante el Renacimiento, los ideales de belleza y perfección hicieron entenderlo de la siguiente forma: "vive el momento porque vas a envejecer pronto". Finalmente en la época Barroca este tema se volvió a interpretar de la misma forma que en la Edad Media, pero con bastante más intensidad en cuanto a la muerte. También es el último momento cuerdo que se tiene cuando se va a morir.

Así puede representar síntomas de irresponsabilidad así como falta de consciencia en el ser. Pero también la actitud de vivir intensamente cada instante, de afrontar la vida con optimismo y alegría
Locus amoenus

En latin, "lugar placentero" o, más cercano al original, "lugar ameno") es un término literario que generalmente refiere a un lugar idealizado de seguridad o de confort. Un locus amoenus es usualmente un terreno bello, sombreado, de bosque abierto, a veces con connotaciones de Eden.

En el Decamerón de Bocaccio, el jardín en el que los diez narradores cuentan sus historias es un locus amoenus.

En las obras de Wlliam Shakespare el locus amoenus es el espacio que se encuentra fuera de los límites de la ciudad. Es allí donde las pasiones eróticas pueden ser libremente exploradas, fuera de la civilización y de esta manera, ocultos del orden social que tiende a suprimir y regular el comportamiento sexual. Es misterioso y oscuro, un lugar femenino, opuesto a la rígida estructura civil masculina. Se pueden encontrar ejemplos en Sueño de una Noche de Verano.

Teatro isabelino:

El teatro isabelino (1558-1625) es una denominación que se refiere a lasobras
dramáticas escritas e interpretadas durante el reinado de Isabel Ide Inglaterra([reina
desde 1558 hasta]-1603), y se asocia tradicionalmente a la figura deWi l l ia m
Shakespeare(1564-1616).

caracteristicas de esta representacion:

-Las representaciones tenían lugar en los nuevos locales abiertos para los espectáculos teatrales. A finales de siglo XVI Londres poseía al menos ocho teatros, lo que indica la popularidad del teatro.

-Los teatros eran edificios circulares o hexagonales, con una platea descubierta y
rodeada de galerías.

-Las piezas teatrales se representaban a primera hora de la tarde para aprovechar
la luz del sol.

-El escenario tenía dos niveles y la escenografía era muy pobre: casi todo corría a
cargo de la palabra en escena y a la imaginación del público. El vestuario, sin
embargo, era más elaborado

-El público, en función de lo que había pagado, se sentaba en las galerías o veía
la obra de pie en el patio.

-Los personajes femeninos eran representados por hombres.

autores principales del renacimiento:

Nicolas Maquiavelo:


Nicolás Maquiavelo (1496-1527) nace en Florencia en 1496. En 1513 escribe El Príncipe y más tarde Discursos sobre los diez primeros libros de Tito Livio: las dos obras fundamentales que definen el pensamiento político de Maquiavelo.

En la época en que vive Maquiavelo se consolidan tres monarquías absolutas: Inglaterra, Francia y España. Es, también, el momento en que declina el Imperio, heredero del Imperio carolingio.

Para Maquiavelo el poder es: la capacidad de obligar a otros a la obediencia. En el ejercicio del poder rechaza cualquier norma ética o moral en favor de la razón de Estado y la eficacia. Todo es válido en la práctica del poder.

Maquiavelo es partidario del Estado republicano, aunque en situaciones difíciles es necesario acudir a un príncipe que mantenga el orden. La anarquía es el peor de los males, y un príncipe es preferible a la anarquía. Existe un ciclo inevitable en las formas que adopta el Estado: monarquía, tiranía, aristocracia, oligarquía, democracia y anarquía. Esta última fase ha de ser evitada con el recurso a un príncipe fuerte, con lo que se vuelve a la monarquía.

El príncipe ha de conservar todo el poder en sus manos, estudiar lo que la gente quiere, ha de emplear la violencia con medida, y ha de mantener al pueblo contento, para lo cual, si es necesario, ha de instrumentalizar la religión, para conseguir sus fines políticos. También puede utilizar la censura para evitar que el pueblo se corrompa, y ha de proporcionarle educación cívica y amor a la patria. El príncipe ha de tener el apoyo del pueblo. En un principio apoyó la rebelión contra un príncipe cruel, pero cuando conoció las primeras rebeliones las condenó.

Para Maquiavelo, un país es afortunado cuando tiene unas leyes que le hacen continuar como tal, le sostiene y a las que todos están sometidos. Es un Estado de Derecho. Es necesaria la ley y la moral del pueblo, pero el príncipe está por encima de ella, en virtud de la razón de Estado y la eficacia política

Luis de Camoens:
Poeta portugués nacido en Lisboa en 1524.
Estudió en la Escuela de Humanidades de Coimbra y frecuentó la corte de Juan III revelando en ella su genio poético. Debió exiliarse en 1546 debido a una aventura amorosa. En 1547 inició su carrera militar y en 1550 regresó a Lisboa donde fue encarcelado por una reyerta callejera. Liberado tres años después, se embarcó para la India, sobrevivió a un naufragio y regresó a Lisboa en 1570.
El tema principal de su poesía es el conflicto entre el amor apasionado y sensual y el ideal neoplatónico del amor espiritual. "Los Lusíadas" es su principal obra poética. Es autor también de tres comedias: "Anfitrión", "El rey Seleuco" en 1545 y "Filodemo" en el año 1555.
Falleció en 1580

Erasmo de Rotterdam:
Desiderio Erasmo de Rotterdam, originalmente llamado Geert Geertsz, fue un pensador holandes nacido en Gonda, cerca de Rotterdam, hacia 1467 y fallecido en Basilea en 1536.
Fue el mas grande humanista del Renacimiento y sin duda el escritor más elegante y agudo de su tiempo. Hombre esencialmente de letras, su doctrina dio origen al movimiento erasmista. Abierta su mente a todas las cuestiones y erudito ingenioso, Erasmo es un precursor del espíritu moderno. Su ideal fue únicamente ético: reforma gradual y pacífica de la Iglesia y la sociedad civil, hasta conseguir una sociedad humanizada, donde el hombre pudiera desarrollarse al máximo. Amigo de Tomás Moro, le dedica su Elogio de la locura, que es una sátira a las costumbres retrógadas y un canto a la libertad, al ingenio, a la rebeldia, al atrevimiento, es decir, a la cultura libre.
Gran conocedor del pensamiento de Lutero, mantuvo un debate sobre sus ideas religiosas. Escribió contra él Sobre el libre albedrío, y el pensador alemán le replicó en un tratado titulado Sobre el albedrío esclavo.
Aunque las obras de Erasmo no llegaron a figurar en los Indices inquisitoriales, la Iglesia catolica mantuvo sus reservas ante sus escritos, sobre todo a partir de su traducción del Nuevo Testamento (1516) y se le ha llegado a acusar de haber preparado la Reforma, que en España dio origen a la Contrarreforma.
Manucio publicó algunas de sus obras, pero la primera edición completa salió de los talleres de Frobenio: Opera omnia Desidérii Erasmi.
Entre sus obras escritas en latín destacan: Adagios (1500); Elogio de la locura (1511), dedicada a su amigo Tomás Moro; Manual del caballero cristiano (1502); Doctrina del príncipe cristiano (1516), que escribió para Carlos V; Coloquios (1518); El ciceroniano (1527) y Sobre la pureza de la iglesia cristiana (1536).

Moliere:


Molière, seudónimo de Jean Baptiste Poquelin (1622-1673), dramaturgo y actor francés. Sus personajes cómicos resultan familiares a todos los aficionados al teatro, pues sus obras se siguen representando y han sido traducidas a numerosas lenguas.
Molière nació en París el 15 de enero de 1622, hijo de un rico tapicero. Desde pequeño se sintió fascinado por el teatro. En 1643 se unió a la compañía creada por los Béjart, una familia de actores profesionales; en 1662 se casó con una joven de la familia, Armande Béjart.
La compañía, a la que Molière dio el nombre de Illustre Théâtre, actuó en París hasta 1645 e inició un recorrido por Francia durante trece años, hasta que regresó a París en 1658. Luis XIV le prestó su apoyo y le permitió utilizar ocasionalmente el Petit-Bourbon e incluso, en 1661, el teatro del Palacio Real. Con la protección de la corte, Molière se consagró por completo a la comedia como escritor, actor, productor y director.
En 1659, estrenó Las preciosas ridículas. Escrita en un estilo similar al de las farsas antiguas; la obra satiriza las aspiraciones de dos jovencitas de provincias. La comedia impresionó tanto que desde entonces hasta su muerte se representó en París todos los años, al menos, una de las obras de Molière

Ludovico Ariosto:


Poeta italiano, nacido en Reggio Emilia. A edad temprana escribió comedias que fueron favorablemente recibidas por el cardenal Hipólito de Este. De 1503 a 1517 Ariosto formó parte de la corte de Hipólito. Luego entró al servicio del hermano del cardenal, Alfonso, duque de Ferrara. El gran poema de Ariosto es Orlando Furioso (1ª versión, 1516; versión final de 1532); constituye una evidente continuación del poema épico inacabado Orlando enamorado (1487), del poeta italiano Matteo Maria Boiardo, y se ocupa de las leyendas de Carlomagno y de la guerra de los caballeros cristianos contra los sarracenos. El poema, escrito en la forma métrica octava rima, una estrofa poética de ocho versos endecasílabos rimados, es de hecho un tributo a los protectores de Ariosto, la familia Este, y su auténtico héroe es Ruggero de Este, el legendario fundador de la Casa. Muchos críticos lo consideran uno de los mejores poemas épicos de todos los tiempos por su vigor y dominio técnico del estilo. Se hizo popular de inmediato en toda Europa a partir de su publicación en 1516 e influyó mucho en la literatura del renacimiento. Entre las otras obras de Ariosto están las comedias El nigromante ( 1520) y Lena (1529), además de odas, sátiras sobre el modelo de las epístolas horacianas y sonetos.

Michel de Montaigne:

Escritor francés que introdujo por primera vez el ensayo como forma literaria. Sus ensayos, que abarcan un amplio abanico de temas, se caracterizan por un estilo discursivo, un tono coloquial y el uso de numerosas citas de autores clásicos. Montaigne nació el 28 de febrero de 1533, en el Château de Montaigne (cerca de Libourne). Su familia gozaba de una buena posición y Montaigne estudió en Guyenne. Posteriormente cursó estudios de leyes probablemente en Toulouse. Su primera empresa literaria fue una traducción, publicada en 1569, de la Theologia Naturalis, obra del teólogo español Raimundo de Sabunde. En 1571 Montaigne heredó las propiedades de la familia, entre las que figuraba el Château de Montaigne. Allí pasó el resto de su vida, entregado a las actividades propias de un hacendado, estudiando a sus autores clásicos favoritos y escribiendo los ensayos que constituyen su gran colección Ensayos. Los dos primeros tomos de esta obra vieron la luz en 1580. Posteriormente Montaigne viajó a Alemania, Italia y Suiza. A su regreso fue alcalde de Burdeos (1581-1585). Escribió un tercer tomo de ensayos que se incluyó en la quinta edición de sus Ensayos en 1588. Los últimos años de su vida los pasó recluido en su propiedad, con la excepción de algún viaje ocasional a París y Ruán. La única obra que escribió además de sus Ensayos es un relato de sus viajes publicado en 1774. Como pensador, Montaigne destaca por su análisis de las instituciones, opiniones y costumbres, así como por su oposición a cualquier forma de dogmatismo carente de una base racional. Montaigne observaba la vida con escepticismo filosófico y puso de relieve las contradicciones e incoherencias inherentes a la naturaleza y la conducta humana. Sin embargo, su moral tendía básicamente hacia el epicureísmo, revelando las actitudes propias de un humanista que rechazaba la esclavitud de las pasiones y los deseos. El más extenso de sus ensayos, Apología de Raimundo de Sabunde, es un estudio de la capacidad racional y las aspiraciones religiosas del ser humano. En algunos momentos su visión del mundo es conservadora. En literatura y filosofía admiraba a los autores de la antigüedad, y en materia política defendía la monarquía como la forma de gobierno más adecuada para garantizar la paz y el orden. En lo que respecta a la educación, Montaigne se interesó por la formación del aristócrata y sostuvo la necesidad de enseñar a los alumnos el arte de vivir. Este arte se adquiere a través de la capacidad de observación y conversación y a través de los viajes. La lectura debería servir para ayudar a emitir juicios correctos y no sólo para desarrollar la facultad de la memoria. Montaigne insistió en la importancia de practicar con rigor y asiduidad el ejercicio físico, como parte indisociable del desarrollo integral de la persona.

lunes, 23 de enero de 2017

El ensayo.


Pablo Neruda, el escritor del mes.

Hablemos de Neftalí, o mejor de Pablo Neruda.

(1904-1973)

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del nacimiento del poeta. 


En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos textos como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con el nombre de Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal. 

En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile, donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito. 

En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra. 

En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón. En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura. En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura. 

Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973. Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.